El restaurante Inés se creó hace cerca de 8 meses; el nombre y algunas recetas vienen de la abuelita del propietario, Juan Carlos Donoso, como un homenaje a una de las matriarcas de la familia que, por supuesto, tenía una sazón inigualable. Con el paso del tiempo, se convirtió en todo un reconocimiento a las mujeres, a las mamitas y a las abuelitas ecuatorianas, rescatando y preservando aquellas recetas ancestrales que aún se preparan. Esta no es una tarea sencilla, pues requiere investigación, adentrarse en los hogares, sentir la tradición, traerla a la actualidad con toques de vanguardia, convertirla en toda una experiencia que evoque lugares, épocas y, a la vez, sea algo totalmente nuevo.
En total concordancia, en el tradicional barrio San Marcos, en pleno centro histórico de Quito, en las calles Junín E1-44 y Juan Pío Montúfar, dentro del hotel Illa Experience se encuentra esta remembranza de sabores, colores y aromas. Y es que la gastronomía no es otra cosa que una expresión de nuestra cultura.
Pero este aporte desde la cocina, no va solo al paladar de comensales afortunados sino que se transforma en acción social, trayendo a jóvenes de escasos recursos de todo el país para que, durante seis meses, aprendan cocina de vanguardia y técnicas modernas que después compartirán en sus comunidades. Un proyecto generoso en el que el hotel Illa les brinda la vivienda y el restaurante Inés, la materia prima, el instrumental y los conocimientos.
Dejemos que el chef Juan Carlos Donoso nos cuente más de su negocio, de su cocina, de su trinchera de lucha para el rescate cultural y la conservación de esa comida que nos hace tan únicos.