Las tres ciudades chinas hacia las que vuelan Air France y KLM son importantes destinos de negocio, además de las ciudades más emblemáticas del país por su historia, tradiciones y evolución:
Pekín
Es la combinación perfecta entre una ciudad milenaria y una moderna. Los servicios son su principal actividad económica destacando los financieros, banca y seguros, seguidos de las actividades comerciales, el turismo y un diversificado tejido industrial. Sus atractivos turísticos como la Ciudad Prohibida, la plaza de Tiananmen o la Gran Muralla la convierten en un destino muy versátil para combinar ocio y negocios.
Shanghái
Con más de 24 millones de habitantes, es la ciudad más grande de China, el principal centro comercial y financiero del país. De hecho, la Bolsa de Shanghái ya es considerada la segunda más grande del mundo. Su puerto ocupa el primer puesto entre los más activos del planeta en términos de carga y el segundo por tráfico de contenedores, tras Singapur. Además de su liderazgo en los negocios, Shanghái también posee interesantes atractivos turísticos como el Bund, el jardín Yu y el pueblo tradicional de Zhujiajiao.
Hong Kong
Es una ciudad moderna y cosmopolita que sigue de cerca las últimas tendencias de los mercados mundiales. Ocupa la tercera posición en la importación total de textil-confección del mundo y es el segundo exportador. China es el principal proveedor, seguido de Italia y Francia. Uno de sus singulares atractivos es su pasado colonial británico, del que aún se pueden encontrar vestigios diseminados por la ciudad como la catedral de St. John, la Government House, las farolas de gas de Duddel Street o el pico Victoria y su funicular, que son la atracción turística más famosa y visitada.
Elisa Dhuvettere, directora comercial de Air France y KLM para los países andinos, Centroamérica, Cuba y República Dominicana, señala la importancia de esta recuperación para la reactivación económica mundial. “En Air France-KLM nos sentimos enormemente complacidos de poder ofrecer más vuelos a nuestros clientes hacia las ciudades de Pekín, Shanghái y Hong Kong después de tres años muy difíciles de pandemia. Estamos convencidos de que el aumento de capacidad, tanto en vuelos de Air France como de KLM, significarán nuevas oportunidades de negocio para nuestros clientes que impactarán de manera muy positiva en la economía de la región andina y centroamericana”, afirma.