La ley reconoce su importancia al otorgar a las madres trabajadoras una serie de derechos que buscan equilibrar la maternidad con las responsabilidades laborales. Según el artículo 155 del Código del Trabajo, durante los 15 meses posteriores a la finalización de la licencia por maternidad, la jornada laboral de la madre lactante se reduce a seis horas. Además, tiene derecho a un permiso de 20 minutos por cada dos horas de trabajo para amamantar o extraer leche en una Sala de Apoyo a la Lactancia Materna. Estos descansos no afectan ni el salario ni las vacaciones.
Al respecto, Fredy Duque, jefe de Talento Humano de Andalucía, resalta el compromiso de la empresa por construir un entorno laboral empático y respetuoso con la maternidad. Señala la importancia de informar a las madres sobre sus derechos y a las instituciones sobre sus obligaciones. Estas incluyen habilitar espacios adecuados, ajustar horarios laborales para favorecer la lactancia y capacitar al personal con un enfoque basado en derechos laborales.
Estas medidas benefician tanto a las madres como a sus hijos: fortalecen el vínculo emocional, garantizan una nutrición adecuada y elevan el bienestar general. También generan impactos positivos en las empresas, al reducir el ausentismo, mejorar el clima organizacional y aumentar la productividad.
Apoyar la lactancia en el espacio de trabajo no solo implica respetar un derecho, sino también fortalecer el tejido social. Reconocer y proteger los derechos de las madres es apostar por una sociedad más equitativa, saludable y humana.