Juan Enrique Quiñónez, representante encargado de UNICEF en Ecuador, destacó la importancia de la colaboración para mejorar la educación: “Es clave la participación de todos los actores de la sociedad para crear entornos educativos seguros e inclusivos”. Por su parte, Augusta Bustamante, Gerente de Responsabilidad Social de Diners Club Ecuador, enfatizó la necesidad de apoyar estas iniciativas desde todos los sectores para lograr grandes avances sociales.
Primer lugar
GroLab, de la organización Kuntursoft en Carchi, con su proyecto busca promover habilidades creativas en niñas y niños en situación de desplazamiento o migración, ya sea por razones económicas, políticas o sociales a través de la robótica, programación de videojuegos, modelado e impresión 3D. Lo que permite beneficiar a cerca de 100 menores y resalta la importancia de la educación tecnológica.
Segundo lugar
Fundación Cultural Pulsar de Pichincha, con su proyecto “Pintag: sembrar la palabra”. La iniciativa impulsa la lectura como herramienta educativa mediante bibliotecas comunitarias y actividades culturales, lo que alzanzó a 200 beneficiarios. Su objetivo es activar una biblioteca itinerante en un espacio público durante cuatro meses.
Tercer lugar
El colectivo Comuna Puerto Cabuyal en Manabí, con el Espacio Comunitario Nueva Esperanza. Este proyecto fomenta el desarrollo integral de 36 niñas y niños, y 21 adolescentes a través de la recuperación de saberes ancestrales de la cultura montubia y el uso sostenible de los ecosistemas.
Transformar la educación en el país a través de proyectos que integran la tecnología, la cultura y el aprendizaje inclusivo en comunidades que enfrentan grandes desafíos es fundamental porque estas iniciativas promueven nuevas formas de enseñanza y fortalecen la cohesión social, lo que permite a las nuevas generaciones imaginar un futuro mejor y fomentan la resiliencia en contextos vulnerables.