Las instalaciones son un gran estudio de perfumistas, sorprende la pulcritud y los deliciosos olores que nos reciben. Ahí se elaborarán, durante este año, un aproximado de 13 millones de fragancias y desodorantes, entre productos para consumo local y muestras para toda la región. La precisión es inherente a la elaboración de perfumes y demás productos cuyo principal protagonista es el aroma. Ahora, la tecnología es su aliada, permitiendo una gestión eficiente y mayor control.
Al ingresar, observamos el gran almacén donde están las materias primas que luego pasan a las cabinas de fraccionamiento para obtener medidas exactas para cada receta de fragancia. Después, entran en acción los expertos que siguen al pie de la letra las instrucciones del perfumista que diseña cada fragancia, para después depositar la mezcla en los tanques perfectamente nombrados.
Posteriormente, llegamos a la sala de maceración donde Lourdes Morales, jefa de fabricación de hidroalcoholes, nos cuenta que los tiempos varían y es una característica más de la fragancia, por ejemplo, Ícono requiere catorce días de maceración. Esta zona es altamente inflamable por lo que las precauciones son extensas.
Vamos a la prueba de calidad para verificar que la mezcla es idónea. En esta fase, no solo se comprueba el olor sino también el color y consistencia. Pasamos al evasado y empaquetado donde el personal realiza esta actividad a gran velocidad pero con mucho cuidado, y es que esta planta cuenta con una Certificación de Buenas Prácticas en manufactura cosmética.
Audelio García, director de la planta, quien nos acompañó durante todo el recorrido, menciona que la producción recupera los volúmenes de antes de la pandemia, no pasa lo mismo con los niveles de venta; sin embargo, el consumo en América Latina y en países de europeos como Italia y España va mejorando.
Por supuesto que no podíamos irnos sin probar Ícono, que tiene un particular olor y no es para menos ya que los perfumistas que trabajan para Yanbal, ubicados en laboratorios de Barcelona y La Florida tardan cerca de seis meses en elaborar una nueva fragancia.
Nuestro olfato agradece la experiencia y les dejamos con imágenes de lo que encontramos detrás de un perfume.
