Hace cuarenta años la portada de la revista Life, con la fotografía de un deportista en la cima de una montaña, inspiró a un niño a soñar y proponerse llegar a las más altas cumbres. Con el tiempo, el niño creció y se convirtió en el montañista ecuatoriano Santiago Quintero, quien ahora celebra la ascensión al Nanga Parbat, la novena montaña más alta del mundo, con 8.126 metros. Y además, la segunda más alta de Pakistán, en Asia. Otro hito más en su extensa carrera deportiva. Pero, la hazaña va más allá porque Quintero es la primera persona en subir esta altura sin oxígeno y con prótesis en sus pies.
El ascenso al Nanga Parbat forma parte del proyecto de Quintero llamado “Ecuador en todo lo alto 14 x 8000″, plan que consiste en llegar a las 14 montañas con más de 8.000 metros de altura, localizadas en la cordillera del Himalaya y del Karakórum en Asia.
En un encuentro en Quito, Quintero contó que, durante esta reciente expedición en Nanga Parbat, se mantenía en contacto con su esposa Claudia, a través de un teléfono satelital, quien le sugería que se conecte con el “espíritu de la montaña”para lograr su objetivo. Santiago obedeció, habló a la naturaleza y el clima inesperadamente cambió, como volviéndose una especie de cómplice, ayudándole a concretar su propósito.
El montañista, quien también es coach mental, ha llegado a la conclusión de que “las montañas no te regalan las cumbres sin otorgar una buena dosis de entrega”. A través de videos, Quintero expuso a la prensa una buena parte del trayecto donde se visualiza todo lo que vivió en su viaje, con las experiencias en su camino, en el campamento, caminando o compartiendo momentos con los residentes de las localidades, quienes llenaban su espíritu con motivación. Una de las imágenes más importantes es aquella en la que se le observa portar la bandera de Ecuador en la cumbre del Nanga Parbat, con profunda alegría por la meta alcanzada.
Con el Nanga Parbat, Santiago ya tiene en su registro nueve cumbres, incluido el Everest, la montaña más alta del mundo de 8.848 metros. Ahora, a Quintero le faltan cinco ‘ochomiles’ para culminar su proyecto: el K2, el Kanchenjunga, el Lotshe, el Annapurna y el Gasherbrum I.
Apoyo a quienes inspiran
Para Esteban Vega, gerente de Negocios del Banco General Rumiñahui (BGR), una de las empresas que auspicia a Santiago Quintero, sus resultados son parte de las buenas noticias que Ecuador necesita en estos tiempos. “Estamos contentos de trabajar con Santiago en estos cuatro años, sin duda, es un ejemplo para la juventud del país y un referente a seguir en su historia de éxito a través de sus logros con el esfuerzo constante”.
BGR, como parte de su campaña institucional “Firmes Contigo”, busca apoyar proyectos e historias motivantes. La de este deportista es una de esas. Hace cuarenta años, la portada de una revista inspiró a Santiago Quintero a soñar, y él más que nadie sabe que “el camino de la montaña, como el de la vida, no solo se recorre con las piernas, sino con el corazón”.