La capital vivió el Tributo Quito Classic Show, un evento que reunió a autos y motocicletas clásicas con historias fascinantes. El festival comenzó con un desfile que recorrió varios puntos de la capital, culminando en el parque Bicentenario a las 11 de la mañana.
Los asistentes disfrutaron de una variada oferta gastronómica que incluía desde platos tradicionales, como pristiños, buñuelos, hornado y tripas, hasta opciones internacionales, como los dorilocos. Además, tuvieron la oportunidad de conocer los vehículos en exhibición y descubrir las anécdotas que los rodean.
Carlos Zambrano, propietario de un Volkswagen Safari de 1974, viajó a Cuenca para adquirir su preciado auto, al que cuida personalmente desde hace un año y medio, convirtiéndose en el consentido de la casa. Por su parte, Nelson Coronado, dueño de una motocicleta UBM y reciclador de metales, combinó sus dos pasiones y transformó su vehículo con piezas recicladas, volviéndolo un ejemplar único.
Por su parte, Marco Andrade, quien posee ocho autos clásicos, destacó su Chevrolet 1940, modelo QP, que ha recorrido todo el país y ha sido un auténtico campeón de carreras. Junto a su hermano, lo restauró a lo largo de cinco años y, desde entonces, alberga innumerables recuerdos.
Organizado como parte del proyecto de reactivación del turismo local, por Quito Muscle Car, en conjunto con la Secretaría de Cultura del Municipio de Quito y otras entidades públicas, el evento también ofreció música en vivo con bandas locales, como Tropical Swing, Diablo Huma Rock, Sandy & Papo El Legado, La Vagancia, entre otros.